Las bestias de la Parada

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Después de más de siete décadas de ser tierra de nadie, dominada por delincuentes de toda calaña y hasta ser considerada un nido de ratas, la ley ingresó a todo el sector de La Parada. Desde anoche, más de mil policías patrullan La Parada. Tanquetas y patrulleros recorrieron las avenidas Aviación, 28 de Julio y San Pablo, sacando de sus refugios a decenas de delincuentes y vándalos que tenían su imperio en todo ese amplio sector. 'Hemos retomado el control de la zona. Las quince vías de acceso a La Parada serán vigiladas las 24 horas del día', aseguró el coronel PNP Vladimir Gómez, jefe de la División Territorial Oeste, mientras hacía una ronda de seguridad por las inmediaciones del ex mercado mayorista. NIDO DE RATAS OJO recorrió los lúgubres callejones y vetustas casas que servían de guarida a los ladrones. San Pablo, por muchos años considerada la zona más peligrosa de Lima, daba miedo. Como un espectro se alzaba taciturna y oscura en tanto los policías registraban sus interiores, cateaban a sujetos sospechosos, requisaban armas de diferente calibre y tamaño y llevaban detenidos a numerosos delincuentes con fachas temibles y miradas maquiavélicas. Realmente, como dijo uno de los efectivos, 'esto era un nido de ratas'. 'Vamos a permanecer en La Parada y sus inmediaciones el tiempo que sea necesario para garantizar el orden y la tranquilidad pública, luego de haberse recuperado la autoridad en ese ex mercado mayorista', dijo el director general de la Policía Nacional del Perú, general Raúl Salazar. 'El lugar siempre fue bastante hostil y está plagado de delincuentes que cometen sus fechorías en perjuicio de los comerciantes y del público que acudía a comprar o transitaba por la zona. Ahora el lugar está pacificado y se recuperó la autoridad', dijo. Afirmó que si bien se detuvo a más de un centenar de individuos, aún resta capturar a otros más que sembraban el terror en la zona. TUGURIOS El sector de La Parada era un enjambre de covachas, casas destartaladas, callejones sin fin y destartalados y numerosas cantinas. 'Caminar por aquí era de machos', contó otro agente husmeando por la ventana de una vivienda sucia. 'Los asaltos eran a cada minuto, a plena luz del día. Entre tres o cuatro cogían a la víctima y lo desplumaban como pollo', detalla. El interés porque siga existiendo La Parada es, en gran parte, deseo de los malvivientes. 'Aquí se mueve mucha plata. Cerrar el mercado mayorista deja sin líquido vital a los delincuentes', remarca un vecino de San Pablo. Los ladrones y gente de mal vivir habían sentado sus reales no sólo en San Pablo o las inmediaciones de La Parada, sino también en las denominadas áreas de Tacora y la 'Cachina' y, por supuesto, los cerros El Pino y San Cosme. 'Un área recreacional, una comisaría o un complejo comercial vigilado pondría punto final a tanta delincuencia en la zona', reclamó un ama de casa.

algomás El ministro del Interior afirmó que el operativo policial para bloquear el acceso de vehículos de carga en La Parada logró sus objetivos.

29 de Octubre del 2012