La Parada vivió ayer horas de terror y sangre y fue escenario de una verdadera batalla campal, luego que la Policía Nacional bloqueó el acceso de camiones a ese centro de abastos, en la avenida Aviación, dentro del operativo de desalojo dispuesto por la Municipalidad de Lima, desatando la incontrolable ira de los comerciantes quienes, azuzados por delincuentes comunes, sembraron el terror en la zona. El resultado, un comerciante fallecido, un caballo sacrificado y más de 150 heridos, entre ellos 66 policías.
algomás
Un puesto de auxilio rápido de la policía fue incendiado por la turba de revoltosos en el cruce de las avenidas 28 de julio con Gamarra.
Los enfurecidos comerciantes se lanzaron contra los efectivos, desatándose el infierno. Elementos de mal vivir aprovecharon la batalla para sumarse a la iracunda turba que atacó al batallón de policías, originándose un sangriento enfrentamiento con piedras y palos. Varios policías recibieron una atroz paliza por los enardecidos sujetos, dejándolos casi muertos, en medio de la pista.
Los vándalos, al parecer entre ellos delincuentes que hacen de la suyas en el sector, estaban provistos, incluso, con armas de largo alcance buscando recuperar 'su territorio'.
Por lo menos una treintena de heridos quedaron regados tras los sangrientos enfrentamientos que se prolongaron por varias horas, en medio de una increíble lluvia de piedras y palos.
Varios sujetos que integraban la turba, portaban armas de fuego.
Una persona recibió un disparo en la pierna y fue ingresado de urgencia en el hospital Dos de Mayo.
Otro sujeto identificado como Jonathan Palacios, comerciante de La Parada, denunció que fue herido de bala por la policía y que su sobrino de 2 años 'está grave'.
ROMPEN PARAPETOS
Todo comenzó cuando los furiosos comerciantes, armados de combas, pasaron al ataque y rompieron los bloques que llevó la PNP cerrando el paso de los camiones.
Los policías tuvieron que hacer disparos al aire y utilizar bombas lacrimógenas para repeler los ataques, en medio de gritos y ríos de sangre que empezaba a formarse en medio de la batalla campal.
Una carreta que traslada los bloques de concreto para impedir el ingreso de camiones al mercado La Parada, fue incendiada.
Cerca, un policía fue brutalmente golpeado por un grupo de sujetos armados de piedras. El agente perdió el conocimiento y quedó tendido en la pista.
El agente se movilizaba a caballo y fue impactado por las piedras que lanzaban los manifestantes. La turba lo rodeó y lo golpeó ferozmente aplicándole patadas, puñetes y hasta ladrillazos.
El policía fue arrastrado como trofeo de guerra, pero fue rescatado a tiempo por sus colegas. Sin embargo, uno de los caballos tuvo que ser sacrificado por las heridas que sufrió.
Además, más de 50 policías resultaron heridos, según informó el director de la PNP, general Raúl Salazar.
Margarita Valladolid, dirigente de La Parada, justificó la batalla señalando 'en este país ser agricultor es un delito y nos tienen que sacar de esa manera'
PANICO Y SAQUEOS
La batalla campal, los balazos y la lluvia de piedras aterró y desató el pánico en un colegio cercano al escenario del conflicto. Más de 400 escolares del colegio José Martí quedaron atrapados debido a los disturbios en los alrededores del mercado y los chicos tuvieron que refugiarse debajo de las carpetas y pupitres.
La guerra llegó hasta Gamarra donde las galerías y comerciantes cerraron sus puertas. La gente huyó despavorida, buscando refugio mientras los vándalos saqueaban lo que podían.
Los disturbios alcanzaron también a vehículos particulares que quedaron destrozados, hasta hombres de prensa quedaron heridos o sufrieron el asalto de sus cámaras en medio de la gigantesca pelea.
26 de Octubre del 2012
Un puesto de auxilio rápido de la policía fue incendiado por la turba de revoltosos en el cruce de las avenidas 28 de julio con Gamarra.
Los enfurecidos comerciantes se lanzaron contra los efectivos, desatándose el infierno. Elementos de mal vivir aprovecharon la batalla para sumarse a la iracunda turba que atacó al batallón de policías, originándose un sangriento enfrentamiento con piedras y palos. Varios policías recibieron una atroz paliza por los enardecidos sujetos, dejándolos casi muertos, en medio de la pista.
Los vándalos, al parecer entre ellos delincuentes que hacen de la suyas en el sector, estaban provistos, incluso, con armas de largo alcance buscando recuperar 'su territorio'.
Por lo menos una treintena de heridos quedaron regados tras los sangrientos enfrentamientos que se prolongaron por varias horas, en medio de una increíble lluvia de piedras y palos.
Varios sujetos que integraban la turba, portaban armas de fuego.
Una persona recibió un disparo en la pierna y fue ingresado de urgencia en el hospital Dos de Mayo.
Otro sujeto identificado como Jonathan Palacios, comerciante de La Parada, denunció que fue herido de bala por la policía y que su sobrino de 2 años 'está grave'.
ROMPEN PARAPETOS
Todo comenzó cuando los furiosos comerciantes, armados de combas, pasaron al ataque y rompieron los bloques que llevó la PNP cerrando el paso de los camiones.
Los policías tuvieron que hacer disparos al aire y utilizar bombas lacrimógenas para repeler los ataques, en medio de gritos y ríos de sangre que empezaba a formarse en medio de la batalla campal.
Una carreta que traslada los bloques de concreto para impedir el ingreso de camiones al mercado La Parada, fue incendiada.
Cerca, un policía fue brutalmente golpeado por un grupo de sujetos armados de piedras. El agente perdió el conocimiento y quedó tendido en la pista.
El agente se movilizaba a caballo y fue impactado por las piedras que lanzaban los manifestantes. La turba lo rodeó y lo golpeó ferozmente aplicándole patadas, puñetes y hasta ladrillazos.
El policía fue arrastrado como trofeo de guerra, pero fue rescatado a tiempo por sus colegas. Sin embargo, uno de los caballos tuvo que ser sacrificado por las heridas que sufrió.
Además, más de 50 policías resultaron heridos, según informó el director de la PNP, general Raúl Salazar.
Margarita Valladolid, dirigente de La Parada, justificó la batalla señalando 'en este país ser agricultor es un delito y nos tienen que sacar de esa manera'
PANICO Y SAQUEOS
La batalla campal, los balazos y la lluvia de piedras aterró y desató el pánico en un colegio cercano al escenario del conflicto. Más de 400 escolares del colegio José Martí quedaron atrapados debido a los disturbios en los alrededores del mercado y los chicos tuvieron que refugiarse debajo de las carpetas y pupitres.
La guerra llegó hasta Gamarra donde las galerías y comerciantes cerraron sus puertas. La gente huyó despavorida, buscando refugio mientras los vándalos saqueaban lo que podían.
Los disturbios alcanzaron también a vehículos particulares que quedaron destrozados, hasta hombres de prensa quedaron heridos o sufrieron el asalto de sus cámaras en medio de la gigantesca pelea.
26 de Octubre del 2012
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